quarta-feira, 21 de maio de 2008

sei que não temes a chegada da noite
e o que ela traz. a hora
em que o teu rosto se transfigura em mil desejos
de uma liberdade indizível, e vagueias
como um réptil em busca de calor inebriado
pelo odor a sangue que paira no ar.

conheço esses anseios, dissimulados
sob a fina camada de brilho,
que aguardam o momento.

reconheço em ti esse ensejo de
à bruxuleante luz das chamas
matares o teu irmão quando devias
dilacerar a garganta do carcereiro.

sei que não entenderás esta dor
até à alvorada
quando os primeiros raios de sol
penetrarem a caverna
e chorares pela noite que ocultava
a tua bestialidade.

3 comentários:

Jo disse...

nada há a temer na noite.

na alvorada, sim, por vezes.

(tão forte, o que escreves...)

beijo*

Blass disse...

No sé si logro deshilar la épica, es como una obra abstracta, siento que puedo quedar inmersa en dos momentos, esa noche bélica donde la adrenalina no permite el temor, donde nada es claro, es mas angustiante el enfrentamiento contratrincheras donde no hay vuelta atrás ,bajo el haz del clemente destello lunar puede palparse en las manos la sangre derramada y eso olor característico a mortandad , la lucha por el todo y la esperanza del regreso, querer esfumarse por no saber descifrar, distinguir entre el fuego quien es presa del objetivo finiquitando su propia esencia, que hasta llegar la claridad de su mente , esa alborada marcial , la lucidez lo envuelve en un triste lamento. El otro momento que me haces vivir es en base a nuestras emociones precarias, indómitas, nos dejamos besar por la ira, el odio y ciertas veces esta se vuelve nuestra sustancia , esa noche que aún desértica no provoca temeridad, haciéndonos cometer infracciones que no son esclarecidas hasta que el alba se posa en nuestra psiquis, llevándonos a un estado de conciencia, invadidos por sentimientos de culpa, en lo personal la llegada de la ”alborada” (conciente) en este caso es aún mas agobiante que la noche (inconciente) , por la causa-efecto.
Muy agradecida por tus palabras.

Blass disse...

Antes que todo te quiero rendir humildemente las gracias por haberle puesto importancia a la poesia que escribi,no quiero abusar de tu espacio iba a esperar que escribieras otra prosa para hacer algo que me fascina como es el analizar tu poesía, para mi no es una pérdida de tiempo, en cambio es una inversión, y digo inversión porque cuando la leo quedo inmersa en su contenido, hace un efecto radical en mis formas de pensamiento,desde otra filosofía, otro contexto distinto al que enfoco mis textos,en las perspectivas que van más allá de la linea imaginaria, lo que tiene labor de interpretar, ese sabor implícito, es un reto verdaderamente que disfruto en el ámbito épico. Con respecto a mi prosa, sí, he rozado esa faceta en mi vida pero no enfoco dicha faceta, sino el anhelo que encarna una mujer para coexistir con ese hombre que sea como un templo, no solo su arquitectura sino tambien su altar, por ello el titulo de una mujer al hombre, ese "hombre quimera" no solo carnal sino espiritual, sensible, verdadero,esa comunión entre ellos como el beso sutil que le da el ocaso al crepúsculo. Te felicito y me siento conmovida que sepas de la cultura prehispánica que abre un mundo nuevo de sortilegios en una américa ignota y que hayas disernido la simbología que quise representar a través de ella (Quetzalcoatl).
Una vez más estoy muy agradecida por tu opinión porque cuando cree el blog fue como un ensayo y no imagine que tuviese criticas literarias, disculpa la extensión del escrito.El que ama la poesia le es inherente, porque ella es el alma y la psiquis de un ser luminoso.